Blogia
bLog USMIJ

Escritura creativa

HOY QUIERO DAROS LAS GRACIAS PAPÁS.

HOY 	QUIERO DAROS LAS GRACIAS PAPÁS.



Esta historia empezó ya hace unos 18 años casi. Soy una chica adoptada desde que tenia 9 días. Tuve la mejor infancia que puede soñar cualquier criatura, unos padres que me idolatraban, una familia que se desvivían por el recién miembro llegado a la familia. Recuerdo tantas noches en las que mi madre o mi padre me arroparon o venían solo para desearme buenos sueños estuvieron a mi lado siempre apoyándome. Encontraba sus brazos cuando necesitaba cariño, sus besos cuando necesitaba amor, pero fui creciendo y desviándome en la vida ya sabéis malas compañías.. Y todo lo construido durante tantos años, empezó a desmoronarse en apenas meses, todo lo que nos unía. Empecé a verlos como enemigos, como que si no me dejaban hasta cierta hora era porque solo querían controlarme, sentía vergüenza cuando mi padre iba a recogerme para que no subiera sola a casa.Pero la cosa fue cada vez empeorando más, los despreciaba porque cada vez que me ponían limites les decía que ellos no eran mis padres. He escuchado tantas veces a mi madre llorando metida en su cuarto y hoy me dado cuenta de todo el daño que les hice, con 15 años me quedé embarazada y la cosa con mi expareja no salio bien. Ellos fueron los únicos que me apoyaron a mí y al que hoy es mi hijo.
Me he intentado quitar la vida como 4 o 5 veces y ¿ sabéis cuando abría los ojos en la cama del hospital a quien veía.. ?, los veía a ellos. Sin haberme tenido biológicamente han estado conmigo en lo bueno, lo malo, y lo peor. Sé que el daño echo no se puede reparar, pero solo tengo clara una cosa que yo solo espero que mi hijo tenga conmigo la misma madre y el mismo padre que he tenido yo, porque gracias a ellos he podido sacarme mis estudios y quieren a mi hijo más que a su propia vida y lo tratan como si fuera su hijo. Yo me di cuenta de mis errores cuando me ví ingresada en la planta de salud mental y me faltaron los besos y los abrazos que tantas veces rechacé de ellos. Espero que mi experiencia sirva a quien este pasando por la situación que yo pase.. Porque la vida es una y solo nosotros elegimos nuestro destino.



CONSUMO GUSTO

CONSUMO GUSTO

Hoy es el Día Mundial del Consumidor y aprovechando esta ocasión incluimos una entrada nueva en nuestro blog.

El 15 de marzo de 1962, el presidente de los Estados Unidos en esos momentos, John F. Kennedy, anunció los derechos de todos los consumidores; pero no fue hasta 1983, cuando se celebró por primera vez el Día Mundial del Consumidor. Desde entonces, cada 15 de marzo se intenta llamar la atención de todos los ciudadanos con el objeto de promover el consumo responsable.


Todos somos consumidores y gozamos por tanto de una serie de derechos que a continuación citaremos:

-          Derecho a la protección de la salud y seguridad.

-          Derecho a la protección de los intereses económicos y sociales.

-          Derecho a la información.

-          Derecho a la educación y formación en materia de consumo.

-          Derecho de representación, consulta y participación.

-          Derecho a obtener protección ante cualquier situación que cause inferioridad, subordinación o indefensión.

-          Derecho a la reparación de los daños y perjuicios que se nos causen.

A veces los ciudadanos no realizamos un consumo responsable y adquirimos útiles, ropas, aparatos, etc. que no necesitamos, impulsados por las modas, la publicidad o la impulsividad. Por ejemplo, hace unos meses estábamos de visita en un centro comercial y había una campaña de un puñado de artículos “Todo un euro”.El centro comercial estaba abarrotado de gente comprando de todo desde calcetines, hasta bolis ¿Realmente eran necesarios esos artículos para esa gente?

Para ser un buen consumidor debes:

-          Planificar tus compras y tu presupuesto. Elaborar una lista con lo que necesitas puede ayudarte.

-          Antes de comprar, lee atentamente las etiquetas y ten en cuenta la calidad-precio del producto.

-          Conserva siempre el comprobante de compra.

-          Sé precavido/a antes de comprar alguna ganga en un mercadillo.

-          Tener cuidado con las tarjetas de crédito, pueden ser auténticos agujeros negros de nuestra economía.

-          Procura pagar en efectivo siempre que puedas, esto suele ayudar a controlarnos a la hora de comprar.

En conclusión a la hora de comprar utiliza la cabeza e infórmate, si es necesario.

Para finalizar os dejamos unas cuantas estrofas de la letra de una canción del grupo Ska-P con la que hemos titulado nuestro articulo.

 

Comprar, cosas que no valen pa na
comprar, para olvidarlas en el desván
comprar, es un placer excepcional
comprar, como me gusta despilfarrar
todo el día currando como un cabrón hasta las 10
por un salario de mierda que no me llega a fin de meses
pero la tele me dice que tengo que consumir
aceptos con sumo gusto yo me dejo persuadir.

Escrito por J.A.P.

Una noche de San Juan muy especial

Una noche de San Juan muy especial

Corría el año 1942 cuando sucedió esta historia que os voy a contar, que aunque parezca increíble sucedió de verdad y eso es algo que hoy aun me aterra pero a la vez me fascina. Sucedió en San Roque, el miércoles 24 de junio, durante la noche de San Juan. Yo era un muchacho con apenas 13 años de edad, libre de preocupaciones, que disfrutaba de su verano jugando con los amigos, oh dios recuerdo cuando aun tenia pelo y fuerza en las piernas para correr... Ejem a bueno que me pierdo en los recuerdos de este viejo chocho ¿por donde iba ? Ah! Si el miércoles de 1942 , pues bien aquella tarde como todas las tardes estuve jugando al fútbol con mis amigos y después de eso nos fuimos a la playa donde mas tarde se celebrarían las hogueras de San Juan. Esa noche prometía ser animada, pero yo no me imaginaba cuanto, además como mi padre era el farero del pueblo y yo pensaba que se debería de sentir solo allí toda la noche y parte del día, pensaba quedarme allí toda la noche aunque esa noche quería tirármela entera de fiesta, era un niño después de todo.

La fiesta había empezado y había un montón de gente en la playa saltando hogueras y bebiendo queimada mientras otros que ya la habían bebido recitaban aquel conjuro. Yo estaba con mis amigos en nuestra pequeña hoguera a los pies del faro, donde mi padre nos vigilaba y gritaba que tuviéramos  cuidado, que si no respetábamos la fuerza del espíritu del fuego él no dudaría en achicharrarnos. Eso mismo le paso a Roberto, que se burlo de él justo en un salto y el fuego le quemo el trasero con tanta fuerza que casi se le podía ver la piel del trasero, ja! Le había quemado los pantalones y la ropa interior, todos nos reímos de él, el que mas mi padre. Pronto llego la hora a la que todos tenían que marcharse y mi padre y yo nos quedamos solos en el faro, pero tras 2 largas horas de cuentos sobre trasgos, y hadas que engañaban a los niños me fui a dar una vuelta por los acantilados dejando a mi padre con otra de sus historia para bebes en la boca, no podía aguantarlo mas, por aquel entonces era un chico que no creía en esas tonterías, pero todo eso estaba apunto de cambiar. Recuerdo que al cabo de 10 minutos caminando estalló una fuertísima tormenta. En el mar justo donde cada mañana nace el sol, los rayos caían sin piedad, el viento que hacia era tan fuerte que seguro que si saltaba por el acantilado podría volar como un pájaro, caía tanta agua que mis ropas ya no podían absorber mas, mis dedos parecían grifos abiertos al máximo y por los fuertes y rápidas gotas de lluvia casi ni se podía ver. De pronto los rayos dejaron de caer y como si de un amanecer se tratase una bola amarilla que desprendía una luz intensa emergió de las oscuras profundidades marinas y de ella empezaron a salir sombras en todas direcciones. Estaba alucinando  pensaba yo dando un paso atrás, pero al dar el paso hacia atrás me choque contra algo peludo y suave, al darme la vuelta ví a una especie de perro gigante apoyado sobre sus dos patas traseras con unos ojos morados que brillaban como dos bombillas, el color del pelo parecía ser negro y digo parecía porque la oscuridad de la noche no me dejaba distinguirlo, además entre su mirada penetrante y las afiladas garras que tenia en cada mano hicieron que no le prestara mucha atención al color de su pelo, yo solo quería correr, pero mis piernas no se movían, estaba totalmente petrificado, ni si quiera podía hablar, así que cerré los ojos y me preparé para lo peor, pero una voz tan dulce como la de una madre que le habla a su bebe dijo : “ ¡ Gerardo  cuanto tiempo! Hacia mas de 6 años que no te veía.”

¿ Mas de 6 años que no me veía? Que narices era aquella cosa y ¿ por que decía eso?

Pues bien tras un buen rato hablando me contó que era Susi, mi amiga imaginaria de la niñez, con la que al parecer compartí 4 años de mi vida, yo no la recordaba y eso hizo que se enfadara muchísimo puesto que ella me había recordado cada día. Tras tranquilizarla un poco le pregunte que qué hacía aquí y que por qué no había venido a verme antes, ella me dijo que : “ Una vez cada 67 Primaveras durante el solsticio de verano, el mundo de los sueños y el mundo real se unen durante la noche mas corta del año y los seres del mundo de los sueños podemos venir al mundo real si encontramos la puerta a este. Y respecto a por que me fui, me fui porque creciste y con ello tu espíritu humano dejando aletargado a tu espíritu feérico provocando que dejaras de verme a mi  y a todos los seres del mundo de los sueños hadas, trasgos, monstruos y demás seres del mundo de los sueños.”

Le pregunte que qué hacia aquí y me respondió que venia para llevarse de vuelta al mundo de los sueños a el hombre del saco y al coco y es que por lo visto ambos se habían escapado de la prisión del mundo de los sueños y venían a raptar a tantos niños como pudieran y a llevárselos a su mundo donde los convertirían en esclavos hasta que se los comieran. Teníamos que evitarlo y a toda prisa.

Nos dirigimos al faro a hablar con mi padre  y explicarle la situación, pero al llegar al faro y contarle la situación mi padre se rió y para colmo el no podía ver a Susi, solo dijo que nunca hubiese imaginado que tal historia saliera de mis labios y que me diese prisa si quería pillar al coco, que en la noche de San Juan hay muchos niños que se dormían tarde y que estos eran los preferidos del coco. Nosotros nos fuimos sin prestar mucha atención a sus palabras ya que mientras le explicaba la situación, Susi me contó que el espíritu feérico se muere a los 24 años si no ha crecido suficiente y que el suyo había muerto, también dijo que hay veces que muere incluso antes.

Al salir del faro ví a un montón de hadas y trasgos jugando y gastando bromas a los fiesteros y por primera vez ví al espíritu del fuego, era colosal, mediría unos 3 metros de alto, brillaba tanto o mas que el sol pero sin deslumbrar ni hacer daño a la vista, su expresión en la cara era la de un guerrero y su cuerpo inmenso desprendía un calor que imponía respeto, pero a pesar de su aspecto fiero jugaba con las hadas y los trasgos como un niño y avivaba las fogatas de los mas valientes. De pronto a lo lejos vimos a un señor vestido con un traje negro con rayas blancas o blanco con rayas negras que llevaba un saco enorme y a su lado unidos por una cadena un cocodrilo inmenso también con ese traje. A prisa fuimos tras ellos, iban directos al pueblo y no podíamos permitírselo ya que si se metían en el pueblo los perderíamos; Susi se puso a correr a 4 patas y me grito que subiese, así que corriendo di un salto y me subí sobre su lomo, me agarre a su pelaje como pude y antes de que me diera cuenta estábamos elevándonos del suelo. ¡Increíble! Susi también tenia alas, eran dos grandes alas llenas de pelo y negras como el cielo estrellado. En apenas unos minutos estábamos a su lado, así que nos dispusimos a pararlos y llevarlos de vuelta a la puerta o al menos a que no raptaran a nadie. El coco visto de cerca era impresionante, era una especie de hombre lagarto verde como las esmeraldas, mediría unos dos metros y medio de alto, su mandíbula era tan grande que te podría arrancar la cabeza y parte del tronco de un solo bocado, sus dientes parecían tan afilados que casi cortaban el miedo y el respeto que sentí al verlo tan de cerca, sin embargo el hombre del saco era un hombre con la cara llena de cicatrices, los ojos hundidos, de piel casi cadavérica y con una enorme joroba. Susi se abalanzó como una fiera sobre el coco y me dijo que cogiera un palo y que con todas mis fuerzas imaginara un arma, el hombre del saco no se quedó quieto y en un abrir y cerrar de ojos tenia una espada en sus manos. A mi por el contrario no se me ocurría nada que imaginar, hasta que vi venir hacia mi aquel monstruo que por la forma del palo y su longitud se me vino a la cabeza  una lanza, la imaginé y ¡voila! , aquello seguía siendo un palo y el hombre del saco ya estaba a mi altura , preparado para atacar, lanzó su primer golpe el cual esquivé de milagro, Susi me gritó que me concentrara, que imaginara bien el arma que yo quería con cada detalle y que la visualizara en mi mente. Me concentré tanto como me lo permitió la situación, la visualice en mi mente y por fin justo a tiempo para parar un nuevo golpe del hombre del saco apareció entre mis manos una lanza chuchurrida y un poco doblada, pero al menos era de metal, tenia punta  y creo que hasta estaba afilada, estaba preparado para enfrentarme a el hombre del saco.

Mientras tanto Susi y el coco se lanzaban zarpazos y mordiscos sin nunca llegar a darse excepto en una ocasión que el coco alcanzó con su mandíbula el hombro de Susi, Susi lanzó un aullido de dolor, que retumbo en toda la calle, la sangre empezó a correr por el hombro de Susi y esta aprovechando que tenia la cara del coco cerca le lanzó un fiero zarpazo a los ojos dejando así ciego al coco, el cual abrió la fuerte mandíbula con la que le aprisionaba el brazo izquierdo de Susi lanzando al aire de la noche casi terminada un intenso grito de dolor y rabia . Yo por el contrario daba golpes de ciego y no alcanzaba ni una vez al hombre del saco, pero gracias a la longitud de mi maltrecha arma tampoco dejaba que se acercara demasiado lo que me daba una pequeña ventaja, pero el hombre del saco no quería quedarse atrás así que dio un salto enorme intentando caer sobre mi con su espada, me pude apartar casi de milagro, pero el cometió un pequeño error  y es que no calculo la fuerza de su caída y al caer dejó su espada clavada en el suelo. Yo aproveché esa oportunidad y le lancé mi mejor golpe, el cual le dio de lleno ensartándolo en la lanza, al clavarle la lanza gimió de dolor y un inmenso charco de sangre de un color azul oscuro llenó el suelo, pero el hombre del saco parecía que aun tenia fuerzas para continuar así que se levanto como pudo, me miro, sonrió como si lo hubiese estado esperando y mientras se caía hacia delante dijo : “Gracias por haberme liberado .“

Y de pronto el cuerpo del hombre del saco empezó a brillar y se descompuso en decenas de pequeñas bolas plateadas que volaron hacia el este , por donde ya se veían los primeros rayos de sol. El coco también se deshizo en bolas plateadas y se marcho, me gustaría poder contarte la batalla entre el coco y Susi , pero lamentablemente estaba demasiado pendiente de mi propia batalla. Le pregunte a Susi que a que se refería el hombre del saco con aquello de haberlo liberado y ella me explicó que todos los monstruos son solo amigos imaginarios que han perdido su razón de ser , es decir su amigo, le pregunte que si cada vez que se muere uno de los amigos nace un monstruo, ella me dijo que no, que nace a partir de que éste en lugar de morir olvide a su amigo imaginario, entonces el amigo imaginario pierde su razón de ser y la pequeña semilla con la que nació el amigo imaginario se marchita y corrompe poco a poco, que es un proceso lento y doloroso ya que el amigo imaginario se deprime y poco a poco se va transformando en un monstruo, primero  cambia su cuerpo y después cambia su mente, volviéndose así una criatura que lo único que busca es venganza contra los niños y el primero de todos siempre es su creador. Entonces a causa de que yo me olvidara de Susi , ¡ Susi se estaba transformando en monstruo ! Le prometí a Susi que jamás la olvidaría, me despedí de ella y la acompañe a la puerta por donde todos los seres que habían salido estaban volviendo a entrar, una vez mas me despedí de ella y le prometí que no la olvidaría.

Ella se marchó por aquella puerta y hoy tu , tu padre y yo volveremos a ver a nuestros amigos.

Dime ¿Comprendes ahora por que os eduque a ti y a tu padre para que jamás dijerais no creo en los monstruos o no creo en tal cosa ? Mi querido Alberto todo lo que puedas imaginar existe de verdad, no lo olvides ya que yo no estaré aquí siempre para recordártelo.

J.A.P.

Carta al presidente.

Carta al presidente.

Estimado Señor Presidente:

Le escribo en nombre de todos los jóvenes del país, nos gustaría poder fomentar nuestros valores a través de trabajos, actividades, ayudas...

Por ejemplo, uno de los valores que más se está perdiendo es el amor al medioambiente, podríamos organizar grupos de limpieza y reciclaje para bosques y playas, o incluso en el medio urbano. Organizar más excursiones a lugares como granjas, sierras, parques naturales... para que los niños crezcan respetando el medio.

Otra alternativa, podría ser inculcar estos valores en las escuelas, proponiendo actividades que fomenten el valor de la amistad y el compañerismo, también el respeto y la libertad de expresión, haciendo debates sobre diversos temas de interés y que ellos se sientan escuchados y respetados por sus opiniones.

Hay que valorar mucho el respeto, tanto hacía uno mismo, como hacía los demás, sancionando cuando ocurra algo que haga sentir a alguien agredido, y hablar abiertamente de cómo se sienten en situaciones así o distintas, y trabajar la manera de cómo actuar en cada caso.

En definitiva, pienso que donde más se puede aprender sobre los valores es en las escuelas, así que estaría bien que hubiera un par de horas semanales dedicadas a tratar los valores (debates, excursiones al aire libre, actividades...), hay que hacer incapié en los más jóvenes, para que los valores no desaparezcan y no se nos vea a los jóvenes como "despreocupados, irresponsables, fiesteros...".

Espero que haga lo que esté en su mano para mejorar la actual situación de desinterés en la que nos encontramos.

Gracias por su tiempo.

Sinceramente: P.A.H.

Queridos Reyes Magos

Queridos Reyes Magos

Aprovechando esta época navideña, publicamos una de las actividades realizadas.  A partir de este texto extraído de la Revista de la Consejería de Educación del Reino Unido e Irlanda, edición Diciembre 2007, del autor Manuel Balaguer Carmona, pedimos a los jóvenes que elaboren un final distinto para esta historia.

 Queridos Reyes Magos

El ritual se iniciaba nada más empezar las vacaciones de Navidad. Encandilados por los colores de las calles iluminadas, los niños corríamos a pegar la nariz fría e infantil en los escaparates de las jugueterías, que guardaban los tesoros anhelados. Luego, había que ser valiente y decidir. Se debían ajustar los deseos al presupuesto regio que, según mi madre, era limitado: "¿hay que jugarse el todo por el todo y pedir la bicicleta, a sabiendas de que, según mamá, los reyes no traen bicicletas, ni balones, ni tambores ... o será mejor pedir dos libros de Tintín y algún juguete?".

Después, al escribir la carta. Había que hacer buena letra para impresionar a sus majestades. No era fácil: la misiva debía tener una estructura fija. Se empezaba con un saludo afectuoso:"Queridos Reyes Magos". Dos puntos. Aparte. Luego una mentira a medias: "Este año he sido muy bueno ..." Después, cambio brusco de tono y, de sopetón, lenguaje directo: "y por eso quiero que me traigáis ..." y la lista de deseos materiales. Después, en el sobre, el destinatario y la dirección: "Reyes Magos. Oriente". Aunque el paradero resultaba un tanto vago, la carta siempre llegaba. Incluso sin sello o con la estampilla matasellada.

Luego, a esperar. La noche anterior había que dejar los zapatos en el balcón para que los monarcas supieran en qué casas había niños -eran magos, pero con saberes limitados-; también se tenía que dejar un poco de brandy y para ser cortés con los pajes - ya se sabe, las debilidades mundanas de los plebeyos ...- y algo de forraje para los fatigados camellos.

Los crujidos de la casa, por la noche, anunciaban la llegada de los pajes. "Ahora están abriendo el balcón..." Estaba prohibido levantarse . Había que esperar.

Con el alba un niño descalzo sale de su dormitorio. Las baldosas del pasillo están heladas. Hay una que está suelta: "plam". La manecilla de la puerta del comedor chirría. La aurora ilumina la portada de un libro de Tintín. Tiene el lomo de tela azul. Lo abro nervioso. El libro huele a nuevo. Tintín camina por los Alpes. En una viñeta se ven las botas de Tintín. Otro año más, los Reyes Magos han llegado.

ALTERNATIVA PARA UN FINAL

Los rayos del sol entraban apresurados por la ventana despertándome de mi liviano sueño. ¡Qué ilusión, abrir eso por lo que me había portado bien durante el año! Salté apresurado de la cama y me dirigí al salón y mientras corría por el pasillo, puede ver como la puerta se cerraba. ¿Los Reyes habían entrado por la puerta? Salí corriendo a mirar y para mi sorpresa, ví como a lo lejos levantaban el vuelo tres camellos con sus tres jinetes; me despedí de ellos con la mano y fui a abrir los regalos. ¡No me lo podía creer! En la copa de brandy estaba nadando aún, un despitado y rezagado duendecillo.

  • - Eh, tú!
  • - ¡Uhmm! ¡Ahh!
  • - ¿Eres un duende?
  • - No, sólo soy parte de tu imaginación. Er... ciao!

En un abrir y cerrar de ojos, el duende desapareció y pude dedicarme a abrir mis regalos. ¿Qué serían?

J.A.P.

Nunca más volveré a hacer turismo rural

Nunca más volveré a hacer turismo rural

Antes nos daba por ir a la playa o a la montaña, pero ahora se ha puesto de moda, eso de hacer “Turismo Rural”, que es la manera más fina de llamar a conocer un pueblo que cuanto más antiguo, más dificultades y menos tecnología tenga, más encanto ofrecerá. Por tanto, si te apuntas, tú, que siempre vas a la moda, a la nueva moda del turismo rural, hay una oferta estupenda que podrás aprovechar: pagas 600 €,  viaje en autobús incluido, que saldrá el lunes porque solo pasa una vez por semana ya que el pueblo tiene 95 habitantes pero un encanto espectacular. Te aconsejo pastillas para el mareo aunque nunca te marees; muchas curvas tendrás que pasar y unas cuantas horas el viaje durará, la carretera es tan estrecha que como corras un poco por el barranco caerás. Prosigo con lo que incluye: información por parte del vecindario, acogida en una casa rural con una familia y leche, huevos y pan. Si quieres comer más, tu dinero tendrás que apoquinar. La familia, (después del mareo que traes a pesar de las pastillas, has tenido que parar dos veces para vomitar) te saludan muy alegremente, y los ves tan viejecitos “por lo menos tendremos tranquilidad” y de pronto aparecen una “hartá” de chiquillos corriendo, llorando, pegándose y quitándote cosas y te preguntas ¡pero ¿qué pasa aquí?! 

-“Mira son mis nietos  que me los han traído sus padres para que pasen aquí una temporada, así que echarle un ojo de vez en cuando no se vayan a escapar y si os molestan mucho tengo algodón para las orejas cerca de la caja de madera que hay en la entrada” y dices tu - ¡que caja más bonita!- y te contesta medio llorando, - “Si, pero no la toquéis que son las cenizas de mi difunta madre”- .

La casa no es una casa rural ¡Es un cortijo! Con bombillas y sin agua. Para tenerla hay que ir al pozo o a la fuente del centro, donde va todo el pueblo a cogerla, a ducharse y a todo. Estás hecha un lio: aquí no existen las puertas sino cortinas y con tanto niño corriendo se tambalean que da gusto. Llegó la noche, el descanso-piensas- te acuestas y dices puff: te hincas todo los hierros, los mosquitos no te paran de picar, las vecinas de enfrente que toman el fresco no dejan de cascar y los niños llorando, ¡Aquí no hay quien pueda descansar!. Al final consigues dormir y a las 5 de la mañana oyes al gallo cantar. El abuelo de la casa, (sí, así se le puede llamar) te corre la cortina y te dice:

- “Enga a trabajá” Ponte ropa no muy nueva porque te vas a ensuciar y aunque ahora tengas frio tampoco te vayas a abrigar porque calor seguro que vas a pasar.

En fin, piensas, me pondré los levis cortos y mi camiseta de palabra de honor y yo creo que con esto iré genial. Sales y el abuelo que te ve y dice:

-“Hija ponte el sombrero de paja que te acabo de comprar y quítate esos tacones que vamos a trabajar”.

Los cambias por tus zapatillas Niké y os liáis a caminar. El abuelo te mete por un camino de lleno de piedras, barro y jamargos  y llegas abajo, llena de arañazos, sucia y llena de moratones, de los porrazos que te has dado ya. El viejo te dice:

-“Toda esta tierra es mía y hay muchas cosas sembrás. Tu te vas encargar de quitar los hierbajos con cuidado de no pisar lo sembrao y después te paso el abono y ya te ayudo a echarlo y mientras yo, me encargo de recoger los huevos de las gallinas y de procurar que la burra se ponga a cagar porque cuanto mas cague más abono podremos echar y como se que te hace ilusión voy a ir al vecino que me pase un poco más”

A la mañana siguiente después de comer solo huevos, leche y pan le dices a la familia:

-“Ha sido un encanto estar aquí pero resulta que mi madre se ha puesto mala y me tengo que marchar”

El mundo se te cae cuando la abuela te dice:

- “Pos que lástima, pero resulta que por aquí pasa el autobús los lunes cada dos semanas por lo que os quedan 13 días por estar y lo siento por tu madre pero aquí, cobertura no vas a pillar”.

Una vez que has vuelto a tu casa, te bajas del autobús, "destrozá"  y con una cara de asco y cansancio  y te dices:

-“Nunca más volveré a hacer turismo rural. Vengo medio muerta de hambre, llena de espinillas, moratones y arañazos y para colmo toda mi ropa nueva para la basura va  porque ni el mejor sastre que existiera me la podría arreglar”.

Mientras tanto el pueblo se hinchan de reír porque le has hecho todo el trabajo, le has pagado bien y encima se van a la playa a gastar tu dinero y después a la ciudad. El verano que viene otra vez volverán a ponerse el disfraz, llevarse a todo los nietos y arreglar el corral que la gente pija, que va a la moda, seguro que vendrán. 

Por M.J. M.

Carta a los Reyes Magos

Para empezar, sé que no existís, así que no tengo ni pajolera idea de por qué he aceptado escribir esta carta. Siendo francos, quisiera tener un Audi de 6 millones de pesetas como el de mi primo, la X-Box 360º, la PlayStation 3, que me toquen 50 años seguidos la Lotería de Navidad, la del Niño, y ya que estamos la de la Primitiva y la de la Once. Y que tenga aparte otros 100 millones de euros ahorrados. Pero lo más necesario es, en mi casa, reformar puertas, ventanas, vajilla, vasos, cubertería, calefacción, internet, cortinas, persianas, ropa... Y todo esto es un 10%. El otro 90% que sea la felicidad y la prosperidad de la gente que me quiere. Hala, que os den hasta el año, que viene, DEW.

PD: Para que no me traigáis carbón... Soy bueno, he hecho milagros, he recibido un tiro para salvar a alguien... Vale, es mentira. No quiero carbón porque este año no he sido tan mala persona como en los anteriores, ¿os vale? ¡Gracias!

PD(2): A algunas personas deberíais de llevarle carbón, pero del natural, recién sacado de la mina. ¡Adiositoooo!

LA PLUMA MÁGICA por V. M. P.

LA PLUMA MÁGICA por V. M. P.

A partir de la fotografía mostrada, dejamos que nuestros jóvenes usen la imaginación para plasmar historias como la redactada a continuación.

Clara es una mujer de 22 años, joven, guapa, estudia en la Universidad de la ciudad de Grenwich y era su primer día en clase para su carrera de veterinaria.

Se dirigía a coger el metro que iba hacia la Universidad cuando, de repente, vio una tienda vieja en la esquina de una calle.

Consultó su reloj, aún faltaban 20 minutos para que el metro saliera. Decidió acercarse a la tienda; era una tienda de antigüedades. Entró y examinó el interior. Parecía desierta; los estantes estaban llenos de objetos antiguos, jarrones, reliquias, ... todas ellos con un aspecto antiguo y enigmático.

De repente le sorprendió un jarrón que se abalanzaba sobre ella. En un acto reflejo, levantó los brazos y agarró el jarrón milenario antes de que este cayera y se hiciese añicos. Clara, sobresaltada por el hecho, se reincorporó y dejó el jarrón en el estante donde estaba. En ese momento un mujer bajita y anciana salió de detrás de un estante. La veterana mujer, vestida al estilo tradicional oriental con un plumero en la mano pidió disculpas a Clara por haber empujado el jarrón sin querer al limpiarle el polvo.

Clara preguntó a la anciana su nombre y sobre todas esas antigüedades y relicarios que había allí. La mujer, que se llamaba Sophie, explicó que todo aquello era una colección que su difunto padre había estado reuniendo desde joven. Había jarrones mayas, piedras aztecas, cuadros antiquísimos, obeliscos egipcios, pipas indicas, libros esotéricos, telescopios, astrolabios masones, etc.

Clara quedó maravillada ante tanta grandiosidad. La dependienta anciana explicó que venía desde una montaña en el Himalaya, y que vivía en un templo budista.

Clara consultó la hora y vio que quedaban solo 10 minutos para que el tren que salía a la universidad saliese. Le dijo a Sophie que tenía que marcharse y Sophie le obsequió por haber salvado el jarrón milenario de la ruptura.

Clara recibió un estuche dorado con flores de loto atravesadas en una forma geométrica perfecta. Clara se despidió de la señora y salió rauda y veloz hacia la estación.

Cuando llegó a la universidad se encontró con un examen sorpresa. Que mala suerte había tenido, pensaba, no sabía ni una respuesta. Se acordó del obsequio de sophie y decidió ver que contenía aquel estrafalario estuche. Lo abrió y vio que dentro había una pluma metalizada con forma de dragón doradlo. Comprobó si escribía y de repente su mano empezó a escribir y contestar las respuestas del examen solas y de un modo simultáneo.

Cuando la profesora dio las notas del examen Clara se encontró con un sobresaliente. Después de clase Clara acudió a darle las gracias a Sophie por aquella maravillosa pluma. Pero se encontró con que la tienda ya no estaba en aquella esquina y que en su lugar había un zapatería.

Desde aquel día Clara hizo todos sus exámenes con aquella pluma y aprobó todos los exámenes. Se convirtió en una gran veterinaria y vivió feliz.